Unos cardan la lana y otros se llevan la fama

Este refrán me lo decían en el cole de pequeña, y casi siempre acertaban. Cuando llegue al condado de Donegal, comprobé que una vez más era realidad. Cuando le dices a alguién que vienes a Irlanda todo el mundo te dice lo mismo: "tienes que visitar los Clifs of Moher, que son impresionantes". En mi viaje era destino obligado, una de las paradas que sabía que ibamos a realizar seguro. La semana de antes una compañera me dijo pues si pasas por Donegal ve a los acantilados que merecen la pena, ni si quiera ella se acordaba del nombre. Leyendo la guía descubro que los acantilados más altos de toda Europa están en Irlanda, pero para mi sorpresa no son los Clifs of Moher si no los que están en Donegal y se llaman Slieve League. Improvisación, ya que pasamos por aquí habrá que ir a verlos. Esta debería ser parada obligada de todo el mundo que venga a Irlanda, y en mi opinión personal son mucho mas espectaculares que los Clif of Moher porque están mucho menos comercializados y se preservan en un etorno mas natural. A parte no hay que pagar ocho euros por aparcar, vamos que te cobran la entrada. Juzgar vosotros mismos.

Si subes toda la ladera para observarlos bien, descubres esta maravilla una laguna a cincuenta metros del mar y que sin embargo se encuentra 598 metros sobre el nivel del mar. Impresionante.

De ahí pusimos rumbo a Sligo, donde pasamos la tercera noche de nuestro viaje, nos alojamos en el Hotel Sligo. En pleno centro y muy buen relación calidad-precio. Y con parking, cosa de gran importancia si vas con coche. Es una ciudad muy pequeña pero con encanto, eso si tiene una visita obligada el Bar Hargadon's el mas antigüo de la ciudad, todavía conserva su oscuro interior de madera. Y para beber una pinta de Guiness, sin lugar a dudas. La foto es del río que cruza la ciudad, en todas las ciudades me he sacado fotos en el río, no se si sera una nueva manía.

¡¡Próxima parada Galway!!