Desde que somos pequeños nos pasamos la vida soñanado. Soñando con cosas como: que queremos ser de mayor, con terminar el colegio e ir al instituto, como será el primer beso, en definitiva, soñanado con crecer. Cuando crecemos y somos medianamente adultos, seguimos soñanado con encontrar al amor de nuestra vida, el trabajo de nuestro sueños, con que haríamos si nos tocase la lotería, con que nuestros hijos crezcan y cuando crecen, con que vuelvan a ser pequeños.
Muy a menudo, vemos pelícualas o seríes y soñamos con ser como las protagonistas, con tener su cuerpo, su cara, su personalidad, con llevar la vida que llevan ellas... ¿Quién no ha querido vivir la historia de una película? Yo desde pequeña quise vivir la historia de la protagonista de Dirty Dance. Ya desde mis primeros años se dejaba entrever mi faceta idealista del amor, que muchos años después sigo conservando.
Pero no tengo que remontarme tantos años atrás como para querer ser la protagonista de una película. Solo tengo que ir unos meses atrás. A primero de junio estaba en el cine viendo ex and the city, La película y en la escena cuando Carrie le regala el bolso de Louis Vuitton a su asistente, os prometo que grite en medio del cine como ella y que pense: "quiero que me pase a mi".
El lunes recibí un mensanje de mi amigo Antonio, me decia que acababa de volver de sus vacaciones en Estados Unidos, que me pasara a verle por su casa que tenía un regalo para mí, pero que lo considerara adelanto de mi cumpleaños. Cuando me dio el paquete y lo abrí, solo puede gritar y tirarme a su cuello y darle besos... me había traido de regalo un bolso. No es un Louis Vuitton, ni un chanel, ni un prada, ni un Dior... pero es mi bolso y mi amigo me conoce los suficiente con sin decirle una palabra traerme el regalo perfecto para mí.
Cuando abrí mi paquete no me acorde para nada de la escena de la película, pero cuando volvía a casa mientras lo miraba me acorde de esa escena, y entonces me di cuenta que había vivido una escena de película. Pero en realidad, me di cuenta que no era una escena si no que estaba viviendo una película, la película de mi vida. A veces las personas nos empeñamos en soñar nuestra vida, y nos estamos olvidando lo más importante, vivir nuestro sueño.
Muy a menudo, vemos pelícualas o seríes y soñamos con ser como las protagonistas, con tener su cuerpo, su cara, su personalidad, con llevar la vida que llevan ellas... ¿Quién no ha querido vivir la historia de una película? Yo desde pequeña quise vivir la historia de la protagonista de Dirty Dance. Ya desde mis primeros años se dejaba entrever mi faceta idealista del amor, que muchos años después sigo conservando.
Pero no tengo que remontarme tantos años atrás como para querer ser la protagonista de una película. Solo tengo que ir unos meses atrás. A primero de junio estaba en el cine viendo ex and the city, La película y en la escena cuando Carrie le regala el bolso de Louis Vuitton a su asistente, os prometo que grite en medio del cine como ella y que pense: "quiero que me pase a mi".
El lunes recibí un mensanje de mi amigo Antonio, me decia que acababa de volver de sus vacaciones en Estados Unidos, que me pasara a verle por su casa que tenía un regalo para mí, pero que lo considerara adelanto de mi cumpleaños. Cuando me dio el paquete y lo abrí, solo puede gritar y tirarme a su cuello y darle besos... me había traido de regalo un bolso. No es un Louis Vuitton, ni un chanel, ni un prada, ni un Dior... pero es mi bolso y mi amigo me conoce los suficiente con sin decirle una palabra traerme el regalo perfecto para mí.
Cuando abrí mi paquete no me acorde para nada de la escena de la película, pero cuando volvía a casa mientras lo miraba me acorde de esa escena, y entonces me di cuenta que había vivido una escena de película. Pero en realidad, me di cuenta que no era una escena si no que estaba viviendo una película, la película de mi vida. A veces las personas nos empeñamos en soñar nuestra vida, y nos estamos olvidando lo más importante, vivir nuestro sueño.
2 comments:
es lo importante, y si es posible, vivir el sueño a diario, la verdad es que el esfuerzo merece la pena, pocas veces se puede decir que cae en balde, por lo menos yo estoy muy contenta del mio, me gustaría trasladar esta sensación a aquel que quisiera, pero la receta es tan fácil como conocida, "curratelo" y punto, el resto vendrá solo :)
Efectivamente, a veces nuestra propia vida es una pelicula. Y soñar... ayss q bonito es soñar, ya lo decia Calderon, la vida es sólo sueño y los sueños, sueños son.
Un beso reina.. ah! q no te vi!! :P
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