Antes de llegar a Galway pasamos pon el Parque Natural de Connemara para admirar la belleza de sus lagos, comenzamos la ruta en Cliffden. Os dejo una muestra de lo maravillosas que son los lagos, así que las carreteras por las que pasamos merecieron la pena (también dejo una muestra).
Por fin llegamos a nuestro destino: Galway. Lo que mas me llamo la atención es el ámbiente que hay, eran las ocho de la tarde y las calles peatonales, las plazas, las terrazas estaban llenas de gente. Entre el ambiente, el buen tiempo que hacía al llegar y los puestos de la calle me recordaba a cualquier pueblo d ela costa española. Sentí esa sensación de vacaciones.
En galway nos alojamos en el Hotel Jurys Inn Galway, que esta en una ubicación perfecta y además nos toco una habitación con vistas espectaculares al puerto.
Cuando visitas Galway una de las citas obligadas es las Islas Aran. Así que a la mañana siguiente nos desplazamos hasta Rossaveal, un pueblo a una hora en coche, desde donde salen los ferrys hasta las islas. Nuestra elección fue visitas la isla mas grande: Inishmore, 13 kilómetros de ancho y tres de largo, y recorrernosla en bicicleta. ¡¡Aquí pedaleamos todos no solo mi padre y yo!!!
Y pedaleando, pedaleando fuimos viendo los rincones que esconde esta isla.
Y llegamos al plato fuerte de la isla, con esto no contabamos. No lo había leído en ninguna guía de viaje y nadie me lo había comentado. Acantilados y de nuevo impresionantes!!
¿Quereis saber donde es? Os presento los Clifs of Moher en el Condado de Claire, no en el de Galway como todo el mundo se cree. Y aunque a mi me han gustado más los dos acatilados que visite anteriormente, tengo que reconocer que estos también son impresionantes.
Tengo que reconocer que las fotos son obra de mi hermana pequeña y que cuando la vi acercarse al borde, casi me da algo, que miedo me entró. El día terminó con la vuelta en bici hasta el puerto para tomar el ferry de vuelta, ya que esa noceh la pasabamos también en Galway.
Y como era el cumpleaños de mi padre salimos a celebrarlo y descubrimos un restaurante que esta un poco escondido pero con muchísimo encanto. Si vas paseando por Quay St, la calle en la que se encuentran todos los restaurantes, justo antes de que desenboque en William St. a mano derecha hay un pequeño callejón que desenboca en un patio con mesas, que es la terraxa del restaurante y donde esta la entrada. Mucho pescado fresco, muy buen vino y muy buen ambiente. merece la pena cenar a la luz de las velas.
Alguna vez os han dicho eso de: esta donde el viento da la vuelta. Pues yo estuve allí.
¿Quereis saber donde es? Os presento los Clifs of Moher en el Condado de Claire, no en el de Galway como todo el mundo se cree. Y aunque a mi me han gustado más los dos acatilados que visite anteriormente, tengo que reconocer que estos también son impresionantes.
3 comments:
Tienes razon en que Moher no son los acantilados más espectaculares de la isla. En Donegal también los hay muy bonitos según dicen.
(El condado se llama Clare. Claire es la tienda de bisutería jajaja)
¡Uish! Qué blog tan chulo! Menudo descubrimiento! ¡A favoritos!
Un besote desde Andalucía...
que pasada que bonitooooooo. besos guapa
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