Querido Melchor:

Soy Rebeca, supongo que te acordaras de mí porque soy la pesada que todos los años te escribe un montón de cartas. Bueno, como me voy haciendo mayor este año solo te voy a pedir tres regalos, ¿vale?

En primer lugar, a ver si este año por medio de tus influencias puedes hacer que me concedan esa beca que tanto anhelo para estudiar un master en Nueva York, estoy segura que un tío con tantas influencias como tú los podrá conseguir sin ningun problema. Y si no te hacen caso, basta conque amenaces al comité que las concede con traer a sus hijos carbón el resto de la vida y seguro que acceden.

En segundo lugar, que me admitan en mi adorado y deseado máster. Porque si me traes el primero y no me traés esto, pues apañados vamos. Es como si me trajeses una Barbie y no me trajeses un Ken, para... ya sabes, ¿no? Estoy segura que tú con tus influencias sin problemas, y si no recurrimos al truco del carbón y listo.

Y por último, a ver si puedes mover tus hilos y haces que mi Irlandes me haga algo de caso. Ya sabes que me viene genial para seguir mejorando mi inglés. Aunque creo que para esto vas a necesitar algo más que tus influencias, vas a necesitar todoa tu mágia. Bueno, si lo ves misión imposible dejame uno nuvo en los zapatos, pero esta vez que sea de fiar, porque recuerda que este parecía muy majo al principio y nos ha salido rana.

No creas que me he vuelto profunda y me he olvidado de todos mis caprichos primarios, pero he decidio darte un respiro y este años los zapatos, pantalones de pitillo, tecnología de última generación... sela dejo de regalo a mis familiares. Aunque, si tu quieres dejarme caer alguna sorpresilla material ya sabes que es bien recibida.

Por último, que no quiero entretenerte más, a ver si puede ser que este año dejes un poquito de cordura en los zapatos de todos los habitantes del planeta. A ver si es posible que la usemos para dejar de destrozar todo lo que nos rodea y cuidarnos los unos a los otros.

¡Estoy impaciente por que llegue mañana!

Muchos besos

Rebeca