Una explicación

Bueno, creo que os debo una explicación por dos cosas mi ausencia prolongada y la entrada repentina de ayer.

Lo primero tiene una explicación muy fácil, he estado hasta arriba de trabajo con el máster. Si a eso le unimos que todo lo que tengo que entregar (cuatro trabajos de mas de 2500 palabras cada uno y los exámenes, que están a la vuelta de la esquina), lo tengo que hacer en otra lengua y que, además, estoy trabajando mas de cuarenta horas a la semana. Llegamos a la conclusión de que no tengo tiempo, y el poco que tengo, estoy demasiado cansada para escribir. Eso sí, os he ido leyendo casi todos los días.

Esto va a estar solucionado la semana que viene. Porque como estoy estudiando algo relacionado con mi profesión, me han reducido los días de trebajo para que me pueda centrar en los exámenes. Así que voy a tener mas tiempo y voy a estar mas relajada.

Bueno, en estas últimas semanas que he estado desaparecida y no os he contado novedades personales me ha empezado a gustar un chico del trabajo. Que tampoco me gusta, digamos que me atraé. Pues la última semana nos hemos acercado bastante. Hablamos mas en el trabajo, coincidimos en los descansos, el sábado por la noche se paso a tomar una copa y el martes me invitó a comer a su casa.

Si ha esto sumo, que el chico es súper cariñoso, y que si te cojo por allí, te doy un beso cuando me voy, te echo unas miradas impresionantes... Pues claro, yo andaba con el bobo subido.

Ayer fue su cumpleaños, y le organice una sorpresa. Compre una tarta con velas y una tarjeta y de la deje por sorpresa. La tarjeta estaba firmada por todo el mundo, pero el sabía que se lo había organizado yo todo. Vino y me dijo: "eres un diablillo, todo esto es cosa tuya, muchas gracias" y me dio un beso en la mejilla. Yo puse tan nerviosa que no fui capaz de articular palabra.

Por la noche, quedamos para tomar unas cervezar por su cumpleaños. Y yo llevaba unos días sientiendo esa sensación que hay una atracción mutua, y ayer se acentuó. Total que al final de la noche, él empezó a tirarme de la lengua que si hay algo que no me has dicho, que si se puede decir en público... y yo que soy como un libro abierto se lo acabe diciendo. Le dije que me atraía. ¿Y sabéis cual fue su reacción? Se fue a su casa.

En fin, dado que le veo en el trabajo pues entenderéis mi bajón. Pero bueno, hoy después de hacer llorado un poco y verle en el trabajo, me he dado cuenta de que no fue para tanto. Él me sigue tratando igual y sigue teniendo muchos detalles conmigo, en cuanto anoche no ha hecho mención ninguna.

Seguramente haya sido todo fruto de mi imaginación y sea una de esas personas que trata y es muy agradable con todo el mundo. Por cierto, he obviado que él es unos años más pequeños que yo, así que el palo es más duro todavía. No me preguntéis por qué, pero lo es.

Jo, siento que la vuelta haya sido con este tipo de post, pero prometo contaros más cosas divertidas ahora que voy a tener más tiempo.