Relaciones (las mias, claro)

El amor de verano

Todas hemos tenido una amor de verano, incluso hemos tenido uno cada verano. Mi amor de verano fue el primero, la primera vez que sentí mariposas en el estómago, la primera vez que me gustó alguien y fue correspondido, y es primer beso tan esperado por todo el mundo. Mi primer beso fue especial y hoy, aunque han pasado unos cuantos años, todavía lo recuerdo

perfectamente. Fue un jueves de una noche de agosto en una playa de la costa mediterránea sentados en la arena.

Durante mi adolescencia iba de vacaciones a un pueblo de la costa mediterránea donde recuerdo cada uno de los veranos con mucho cariño, allí tuve mi primera pandilla de chicos y chicas, me dejaban salir por la noches (a la piscina de la urbanización, pero estaba hasta las doce fuera de casa sin padres para mí todo un logro) y donde tuve a mi primer amigo chico. Él fue mi amor de verano. Durante muchos veranos fuimos amigos, de los que se cuentan todo y se pasan las horas juntos. Un verano yo note algo diferente y empecé a pensar que quizás solo quizás yo le gustase, pero no dije nada y deje el verano pasar. El año siguiente cuando le volví a ver, algo se dio la vuelta en mi estómago... a mi me gustaba. Ese fue el verano de mi primer beso y en el que descubrí lo que podía ser amor. Después de ese verano volví una vez más, pero todo había cambiado ya nada era igual. Y desde entonces no he vuelto a saber de él, aunque muchas veces si que me he acordado de él y he querido recuperar el contacto. No por lo que paso, si no porque para mí ha sido alguien importante en mi vida.

Mi primer amor

Era el verano que terminé COU y después de pasar una año horrible por culpa de mi crisis de adolescencia (me pillo un poco tarde) le conocí una tarde de mayo en una terraza tomando unas cañas. Le vi y me gustó, no era guapo, pero a mi me robo el corazón esa tarde y durante mucho tiempo fue suyo. Aunque estuvimos juntos mas de un año, nunca llegamos a ser novios o al menos no tuvimos una relación normal. Mi relación consistía en verle los fines de semana por ahí de juerga, yo me iba con sus amigos y aguantaba sus borracheras... Fue muy triste, pero yo estaba enamorada y aguante porque le quería y verle me merecía mas la pena que cualquier otra cosa en el mundo. Hasta que la relación se cayó por su propio peso. Como un año y medio más tarde le volví a ver, estuve con él y fue ahí cuando me dí cuenta que se había acabado, ya no sufriría nunca más por él.

Mi novio

Ha sido la única relación formal que he tenido. Duró algo más de tres años. Y desde el principio estubo abocada al fracaso, aunque yo no me quisiese dar cuenta hasta mucho tiempo después, porque empezo sobre una mentira, y lo que mal empieza mal acaba.

En esos tre años tuve una relación de esas que se llaman montaña rusa, unos días estaba súper enamorada y en la cima del maravilloso mundo del amor y otros días estaba hecha polvo y desecha en lágrimas, y así sucesivamente durante tres años. Le queria y durante todo ese tiempo pense que cambiaría, que todo sería estupendo y seríamos felices para siempre. Pero un día me dí cuenta que nunca sería feliz junto a esa persona, que yo me merecía algo más en una relación, y que tenía que alejarme de él. Y así lo hice me vine a Irlanda a olvidar y a recomponer mi vida.

Mi chico irlandes

Y cuando mi vida estaba recompuesta, cuando le dije a mi querido ex que yo le había olvidado y que era hora d epasar página. Apareció él y me paro en la escaleras, esta historia ya la conoceis porque os la he contado anteriormente. Ahora la relación esta terminda, pero de ella he sacado dos conclusiones: la primera es que con diferencia es el que mejor me ha tratado de mis dos relaciones anteriores y la segunda es que se dejo de funcionar porque yo no se llevar una relación. Después de mucho pensar como una relación que empezó tan bien y tenía tan buenas perspectivas se estropeó de repente y las cosas cambiarón tanto, me he dado cuenta que yo no supe poner claros los términos de la relación. Como no lo he hecho en ninguna relación anterior.

En primer lugar, cuando ha llegado el momento nunca he puesto en claro que había entre nosotros. Esa conversación que todo el mundo teme, pero que de una forma u otra es necesario tener para saber que espera cada parte de la relación y saber si estais de acuerdo. Porque por mucho que nos duela, si cada uno piensa una cosa de la relación es el momento de poner punto y final. Yo nunca lo he hecho por miedo a sufrir y ha terminar con la persona. Como consecuencia, la relación se ha terminado antes o después y yo he sufrido más.

En segundo lugar, siempre me ha dado miedo expresar lo que sentía. Me da miedo que al decirlo la otra persona salga corriendo. Ahora se que si sale corriendo no merece la pena, y que si va a salir huyendo lo hará antes o después.

En tercer lugar, al no expresar lo que siento y no dar muestras de nada, para que ellos no aprecien mi debilidad. Ellos no tienen ni idea ni de que quiero ni de que voy, así que generalmente sacan conclusiones equivocadas. Lo que se llama problemas de comunicación

Y por último, me dejo llevar en las relaciones. Aunque os nueve muy antiguo, espero a que me llamen, espero a que me escriban, espero a que me digan de quedar... Vamos que me paso la relación esperando. No es que espere porque piense que ellos tienen que dar el primer paso, espero porque me da tanto miedo darlo yo y no recibir respuesta, que simplemente no lo hago.

Así que después de mucho analizar he llegado a una conclusión final, estoy cansada de esperar en mis relaciones para al final llegar al mismo punto, así que a partir de ahora voy a tomar la iniciativa. Y si sufro, será antes y menos. Además, cuando hay un problema, saber cual es implica el 50% para solucionarlo. Yo ya tengo la mitad del camino recorrido, ahora solo me queda la otra mitad.