Esta será una de las fotos que colgaré en mi pared, y será una de esas fotos que miraré con nostalgia. El motivo muy sencillo, porque estamos todas (la verdad, es que nos hemos juntado un grupo bastante majo) y porque esa noche lo pasamos realmente bien. Pero la verdad, que ahora mirar la foto deja una sensación agridulce, porque fue la noche de tu "leaving party".

Hoy, estabamos en el "meeting" de las dos: Antonio, Carol, Miriam, Marta y yo. El tema de la reunión era estar contentos y decir como nos sentíamos. "Lora" ha dicho: "Antonio empieza". Él ha contestado: "Hoy no es un buen día, estoy triste porque Elena se ha marchado esta mañana". De repente, se ha hecho el silencio, yo he empezado a llorar, a Carol se le han saltado las lágrimas y Miriam estaba con los ojos vidriosos. Obviamente no era el mejor día para definir como nos sentíamos, ¡estabamos tristes!

Has dejado un vacio enorme en la tienda, en nuestra vida aquí y en nuestro corazones.

Pero, no hay que ser esgoístas en esta vida y no te podíamos retener aquí cuando había llegado tu momento de volver. Aquí estamos de paso, y una vez que cumplimos nuestros objetivos hay que volver. Y tú ya los has cumplido todos y con nota, ahora empiezas tu nueva aventura. En la cual te va a ir genial, porque como te hemos repetido hasta la saciedad estos días, "en esta vida recoges lo que siembras". Y no solo lo que has sembrado, es lo que vales. Eres una profesional impecable y una persona magnífica, de esas que es un placer tener como amiga.

Nosotros nos hemos quedado un poco plof y te vamos a echar mucho de menos, pero ahora tú sitio esta en Madrid, donde te va a ir estupendamente al igual que te ha ido aquí.

La amistad es como el aire no se ve, pero se siente. Y nostros nos sentimos muy cerca aunque ahora estemos muy lejos.